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Para Todos Nosotros, Feliz Año 2019

Feliz año nuevo

Cuando un año termina, como está próximo a hacerlo el 2018, y veo hacia atrás, me da la impresión de que este ha sido uno de esos años en los que viví trescientos sesenta y cinco días sin que nada extraordinario hubiera sucedido, y no puedo evitar el sorprenderme al ver que de muchos de los días que ya se fueron, yo simplemente no recuerdo nada de lo sucedido, y no sé si esa sea una facultad privilegiada de no querer vivir en el pasado como lo venden muchos de los llamados motivadores personales de estos tiempos, o simplemente, sea una lánguida negación al infortunio personal por no haber logrado muchas de las metas que me había propuesto, justamente, doce meses atrás.

Tratando de apartarme, tanto como pueda, de ese lado oscuro que siempre está presente en nuestras mentes y corazones, el cual, como las llamas de un incendio forestal se avivan gracias a los fuertes vientos que traen la tristeza y la desesperanza, busco animarme a mí mismo pensando que en los tiempos actuales resulta muy fácil verse agobiado con las historias efímeras de otros que alardean de sus éxitos, viajes, cenas y celebraciones, entre otras cosas más, y es que con tanto ego suelto rondando por ahí, es muy fácil caer en la penosa sensación de pensar que nuestra vida no es más que una historia aburrida y estancada de mera supervivencia.

Sin embargo, y tratando de aferrarme a lo más difícil, a la esperanza, a la fe, a mis sueños, y a lo mejor de mi mismo, debo reconocer que no he tenido trescientos sesenta y cinco días de simple existencia, no, al contrario, he tenido un año pleno de luchas y aventuras, y que como cualquier otro gladiador que libra la batalla más importante de su vida, la de ser feliz, reconozco que algunas luchas han sido perdidas, que otras han sido ganadas, y que otro tanto, como un guerrero del medioevo, aún me mantengo en el campo de batalla con mi espada empuñada gracias a las fuerzas que la vida me regala cada día. Fuerzas que provienen desde la energía más pura del universo y que se materializan en mi vida gracias al amor, a mi familia, a mis amigos.

En ocasiones ver hacia atrás y quedarnos en los recuerdos y el dolor que deja el camino recorrido resulta más fácil que disfrutar el presente, y lamentarnos por lo hecho o por lo que no se hizo, es mucho más sencillo que analizar la lección aprendida, y que, determinar el que debemos hacer para lograr eso que tanto hemos deseado y anhelado.

Gracias al 2018 por todo lo que nos dejó, y que este 2019 nos traiga a todos, salud, amor, sabiduría buena energía, crecimiento personal, y, ante todo, la luz que nuestros corazones necesitan cada día para continuar este largo, pero hermoso camino llamado, vida.

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