¿Cómo escribir una novela?

En uno de mis blogs expresaba la extraña, pero fascinante sensación que para mí representa el proceso de escribir, el ser capaz de narrar una historia que primero se gesta en mi mente como una simple idea, una situación, un personaje o una vivencia, para luego convertirse en un párrafo, un capítulo y una novela.  Sin embargo, ese texto que va haciendo una lenta metamorfosis en la que deja de ser una simple oruga, primero debe convencerme a mí mismo que, a través de esa historia, hay algo significativo que decir.  Para mí, ese libro no debe ser, solamente, una mariposa de vistosos colores que puede llamar la atención de muchos, sino que, debe tener el potencial de brindarle al lector una representación o una visión, igual o diferente, del mundo que le rodea.

Aunque partiendo de la base que para escribir una novela es más que fundamental el tener algún tipo de conocimiento en lo que se puede conocer como los elementos que componen un libro, personalmente considero que el significado real de lo que se pretende transmitir en la historia, es lo primero que un escritor debe tener claro antes de sentarse frente a una página en blanco y pasar cientos de horas, tratando de darle sentido y orden a la tormenta de ideas que inundará su mente.

No pretendo sustentar que la estructura de la historia no sea, altamente, relevante. Afirmarlo sería como insinuar que todos los elementos que componen un libro no deberían de encajar, perfectamente, para así brindarle a quien lee una gran experiencia.  La trama, los personajes, los diálogos, la voz narrativa, el clímax, el desenlace y, cada palabra, y párrafo que conforman los capítulos de libro, van guiando al lector por ese viaje mental en el que descubrirá que sucede al final con el héroe de la historia.

Si quieres saber más de los elementos que componen un libro, te recomiendo un artículo escrito por Mariví Cervi. Pulsa aquí.

No obstante, en un mundo en el que se publican miles de libros al día y en el que muchos se arriesgan a escribirlos con la idea de lograr la fama y el éxito de forma segura.  El valor de un libro no estará, solamente, en escribir un final que impacte y sorprenda al lector. Aunque, el anterior es un factor muy relevante, lo que hace realmente atractiva a una novela es el significado que tiene la historia y como esta logra atraer a quien la lee, despertándole una curiosidad tal que no podrá evitar descubrir que pasará y generándole sentimientos que le hagan sentir, de una u otra forma, que está viviendo, en su ser, lo que lee. 

Pero ¿a qué me refiero con el significado de la historia? Pues, en pocas palabras, podría describirlo como el mensaje que quiere transmitir el escritor a sus lectores.  Esa parte humana de los sucesos y hechos narrados que el lector puede encontrar en un libro y que le despiertan cierto tipo de emociones, las cuales, le conectan o identifican con la vida real, ya sea la propia o la de alguien que conoce, y que le hacen reflexionar en cuanto a la mejor forma en la que un ser humano podría vivir y afrontar sus experiencias personales.  Entonces, al final, el lector podrá hacer una reflexión interna y concluir que es lo que las vivencias de los personajes representan para él o para ella, y que enseñanzas puede tomar de estas.

Para resumir, el cómo escribir una novela no debería hacer solo referencia a los elementos técnicos que la componen, sino que es necesario que el autor se tome el tiempo necesario para plantear, evaluar y desarrollar en su libro, no solo la trama, sino el significado que de desea trasmitir a través de esta.  Como lo plantea Robert McKee: “Lograr que tu libro le entregue al lector una experiencia emocional”.

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