Hace un par de semanas limpiaba la terraza de mi pequeño apartamento para luego engalanarla con la iluminación navideña. Enrollando la extensión de luces multicolores en la baranda, levanté mi mirada y vi, enfrente mío, al otro lado de calle, las cortinas aun cerradas del hogar que pertenece a una pareja china, quienes recuerdo haber visto, por última vez, en febrero, días antes de que los vuelos fueran cancelados y los bordes entre países fuesen cerrados. Me pregunté: “¿Qué habrá pasado con ellos?”. “¿Por qué no habrán vuelto?”. Quizá como les pasó a muchos, también, quedaron atrapados en un país al que no pertenecen, lejos de sus familias, amigos y trabajos. Lo cierto es que a pesar de que la magia de las festividades nos ha atrapado de nuevo, lo que no puedo negar es que esta, para muchos de nosotros, será una Navidad muy diferente.
Para millares de personas, el 2020 ha resultado ser una prueba tan intensa que muchos de ellos aún no han logrado recuperarse emocional, física o económicamente. Desde mi propia vivencia, muchos de nosotros, en algún momento, nos llenamos de angustia y zozobra al ver que nos enfrentábamos a algo que nunca habíamos experimentado y del cual no podíamos tener control alguno. Con los números de víctimas y casos confirmados en aumento y el colapso económico de cientos de países, fue difícil no pensar que el resultado sería mucho más devastador. Sin embargo, al final, muchos de nosotros logramos adaptarnos a las nuevas formas de trabajar, de estudiar y de interactuar socialmente porque, al fin y al cabo, el ser humano es un animal que se adapta fácilmente al medio que lo rodea.
Quizás en el 2021, la vida volverá a ser lo que era, la promesa de una vacuna, probablemente, permitirá que volvamos a planear nuestros viajes, a organizar bodas y otros festejos, y a disfrutar de conciertos y eventos deportivos sin el temor de contagiarnos, porque para bien o para mal, nuestra especie tiene la habilidad de olvidar muy rápido. Sin embargo, el presente es este, es esta navidad diferente, estas festividades en las que incluso, algunos países están considerando ordenar a su población el no reunirse en familia y suspender cualquier tipo de evento publico para darle la bienvenida al nuevo año.
Así que, si esta navidad es diferente, entonces, también, celebrémosla como nunca lo habíamos hecho. Recordemos el disfrutar de la compañía de quienes se encuentran a nuestro lado, de abrazarlos, de hacerles sentir nuestro amor y cariño y la fortuna de saber que aún están ahí. De igual forma, no olvidemos ser solidarios con aquellos que perdieron sus empleos y el tener una palabra o un detalle de aliento para quienes perdieron a un ser querido. Disfrutemos por un instante de lo que la vida nos da, sin pretensiones, sin vacíos, sin arandelas, seamos felices con lo que tenemos en este ahora y en algún momento, así tan solo sea por unos segundos, oremos para que logremos superar esta situación y por un mejor 2021 para todos nosotros.
Les deseo una Feliz Navidad, un Prospero Año 2021, y que Dios nos bendiga a todos.
Y como siempre, gracias por leerme.
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