
Cuando terminé de escribir mi primer libro, imaginaba que en cuestión de días pasaría a recorrer el mundo promocionando la novela número uno en ventas. Sin embargo, mi realidad fue otra y sin haber cumplido con el propósito de dar a conocer mi trabajo, me inscribí a varios cursos que ofrecían convertirme en un escrito renombrado y exitoso.
Sin ser consciente de lo que sucedía, o quizás obnubilado por la ambición de vender cientos de ejemplares de mi libro, terminé atrapado en una rutina agotadora y estresante. Con la sensación de que mi vida como escritor se hundiría, decidí darme un tiempo y dejar de seguir haciendo lo que me arrebata mi paz interior.
¿Quieres saber más? Lee mi nuevo blog, “El reencuentro”.
Y Como siempre, gracias por leerme.