El Poder del No

El poder del No

 

Aunque en los últimos años, se ha dado un gran avance en cuanto a los derechos humanos propios de cada individuo y, de hecho, muchas leyes consienten que cada persona pueda desarrollar con plena libertad sus pensamientos y personalidad.  También, es muy cierto que, en estos tiempos actuales, la sociedad nos obliga, desesperadamente, a buscar la aceptación de los demás. En un mundo en el que terceros pueden determinar la forma en la que los individuos somos valorados, es casi imposible pensar en el poder que puede representar el no seguir la toxica tendencia de complacer a otros con el único propósito de lograr su beneplácito y aprobación.

Muchos de nosotros vivimos con la imperiosa, y en algunos casos, triste necesidad de ajustarnos a lo que otros esperan que hagamos.  Y es que el vivir nuestras vidas tan solo queriendo ser del agrado de los demás, puede ser equivalente al lanzarse de cabeza en un pozo de agua que no tiene ni fondo ni orilla, porque al final, ese agotador e interminable esfuerzo por permanecer a flote no servirá de nada, ya que, ese despiadado intento de logar su agrado, al final, traerá mas decepciones que beneficios.

Sin embargo, para muchos, pagar el precio social que conlleva el no sucumbir a los deseos de otros, es demasiado alto, por lo que, resulta más fácil abandonar nuestra esencia y convertirnos en un falso modelo de uno mismo. Y es que con el fin de evitar esa incomoda confrontación entre lo que realmente uno quiere hacer, y lo que los demás quieren que uno haga, el “SI” aparece como el camino más fácil para alcanzar la desdichada, pero necesaria, aprobación de otros.

En realidad, lo que muchos de nosotros ignoramos es que el dejar de hacer siempre lo que los demás desean que hagamos, tiene un poder liberador incuantificable.  El entender que un “NO” en muchas oportunidades nos alejará de la larga y prolongada desdicha de someternos solo a lo que otros anhelan o desean imponer, puede llevar mucho tiempo, y siendo honesto, también, puede implicar dolor y desgaste emocional.   Aquellos a quienes siempre se les ha agradado, mal entenderán la negación de complacerlos, y en muchos casos, podrá implicar el deterioro total de una supuesta fraternal y perfecta relación.

De igual forma, El “NO”, no debe ser meramente limitado a pronunciación de una palabra conformada por una sola silaba.  El “NO” debe transcender a la negación de seguir sucumbiendo a situaciones que no deseamos, que no compartimos, y en muchos casos, que no aceptamos. El “NO” permitirá entender que situaciones como: la Infidelidad, el acoso, el maltrato físico, el daño emocional, la burla social, la violencia física, la humillación profesional y personal, entre otras más, NO son y nunca serán circunstancias normales y cotidianas que debemos aceptar con una dolorosa resignación.

Puede que resulte doloroso para nosotros mismos, pero un “NO” a tiempo podrá ser la diferencia entre una vida resignada al dolor, al sufrimiento, o la humillación, y una vida, en donde, la libertad de no tener que vivir buscando la aprobación del otro, es una de las formas mas sanas de interactuar y convivir con los demás.

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