
No recuerdo cuanto llevaba sin experimentar esa agradable sensación de callar mis pensamientos y no preocuparme por todo, ya sea el dinero, el trabajo, las ilusiones y bueno, nuestra preocupación actual, la pandemia. Quizás sea el modernismo o el estilo de vida que hemos desarrollado, pero es que pensar en detenerse y tomar unos minutos para respirar pausada y profundamente más que un acto normal de nuestro cuerpo, se ha ido convertido en un lujo, que quizá, tan solo, encontramos en costosos talleres de superación personal.
¿Quieres saber más? Lee mi nuevo blog, “El Valor del Silencio”.
Y Como siempre, gracias por leerme.